Augusto Aguirre, a fondo sobre su presente El defensor de la Reserva dialogó con el Sitio Oficial sobre su actualidad, el debut en Primera y las ganas de formar parte del plantel principal.

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Por: Rubén Sagarzazu


Se desarrolla la sesión de fotos en la Sala de Prensa de River Camp. Allí, Augusto Aguirre, marcador Central de la Reserva, posa e inmortaliza un momento único junto a sus padres, María Luisa y Héctor, que vinieron a verlo jugar desde su Corrientes natal. Ellos son quienes lo impulsaron y apoyaron para que sea jugador de fútbol, ya haya cumplido el sueño de debutar en la Primera de River y, ahora, tenga como meta ser jugador del plantel que dirige Marcelo Gallardo.

Está inmensamente agradecido y quiere devolverles algo de todo lo bueno que recibió de ellos. Por eso no oculta su emoción y orgullo al hablar de lo que siente por su familia: “Me esfuerzo todos los días al máximo para tratar de devolverles un poco de todo lo que ellos me dieron y bancaron para que pueda seguir luchando por este sueño. También por mis hermanos Victoria, Nazarena y Gonzalo. Ojalá pueda recompensarlos por todo el amor y la protección que me vienen dando hace varios años”.

Proviene de una familia futbolera, por eso tanta pasión. “Son todos fanáticos del fútbol. Mi abuelo fue arquero de Mandiyú, mi viejo jugó de cinco en la Liga Correntina y mi hermano también era volante central. Yo arranqué jugando de nueve en el Club Alvear de la capital correntina y después di un paso más grande cuando fui a jugar a Boca Unidos de Corrientes”.



¿De chico jugaste siempre de nueve?
En Alvear era nueve y goleador, pero en Boca Unidos empecé a jugar de marcador central. El señor Leiva, que era el técnico del equipo, me puso ahí porque yo era mucho más alto que la mayoría de mis compañeros. Yo acepté porque, con tal de jugar, hacía cualquier cosa. Por suerte me pude adaptar bien al puesto y hasta el día de hoy sigo jugando como central. Jugué en la Novena División en el campeonato de AFA y después llegó la oportunidad de venir a River.

¿Cómo se dio la posibilidad?
Rudy Chamorro, que era amigo de Pedro González, vino a mi casa y le dijo a mi familia que me conseguía una prueba en River. No me conocía, pero tenía referencias mías, lo analizamos con mi familia y a fines de 2014 vine a probarme. Jugué contra los chicos de Novena, me fue bien. Estuve una semana y me volví a mi provincia. Después me llamaron para la prueba definitiva y me dijeron que a principios de 2015 tenía que empezar la pretemporada con la Octava División. No lo podía creer: estaba en el mundo River, que era mucho más de lo que me imaginé.

¿Cómo fueron los comienzos?
Fue un cambio muy grande, otra forma de entrenarse y jugar, mucho más exigente. Me costó un par de meses adaptarme, pero por suerte me hice fuerte de la cabeza y pude rendir como quería. En el comienzo tuve como técnico a Javier Alonso, que me enseñó todo sobre el puesto y sobre cómo tenía que jugar en River. Y después a Pablo Lavallén, que me ayudó a formarme rápido como jugador, porque enseguida me subieron a la Reserva. Fue todo muy loco porque era mi primer año en el club, yo era muy chico y la Reserva era un mundo nuevo para mí. Me acuerdo que un domingo nos entrenamos en el Monumental y al día siguiente fui al banco de suplentes, el técnico era el Luigi Villalba. Ganamos tres a cero, con goles de Boyé. No caía de lo que me estaba pasando. Me entrenaba con la Reserva y después bajaba a jugar con mi categoría.

¿A quiénes tenías de compañeros?
A Montiel, Palacios y Martínez Quarta, con quienes nos hicimos amigos. Las prácticas contra la Primera fueron increíbles. Me tocaba marcar a Cavenaghi, Saviola, Aimar; me hicieron crecer como persona y jugador. Y hoy lo mismo me pasa con Suárez, Borré, Scocco y los jugadores de la Primera. A veces me pongo a pensar que soy un afortunado por tener esa posibilidad, que me sirve mucho para mi carrera, de tener vivencias con semejantes jugadores.

Todo eso te ayudó también para cumplir el sueño de debutar en la Primera.
Fue muy rápido. No lo voy a olvidar nunca: fue el 28 de octubre de 2017, contra Talleres en Córdoba. Jugué de lateral por la derecha. Era un equipo con muchos chicos, pero para mí era el sueño que siempre quería cumplir. Ese día también debutaron Sibille, Ferreira y Nahuel Gallardo.

¿Cómo te enteraste?
Una mañana estaba mirando la televisión y se rumoreaba que podía llegar a jugar. Por la tarde nos entrenamos en el Monumental y ahí Gallardo nos dijo que íbamos a entrenarnos con la Primera y después que íbamos a jugar. Antes del partido nos motivó para que estemos tranquilos y lo disfrutemos. Y después, que lo tomemos como un gran aprendizaje. Es una experiencia que nunca voy a olvidar, pero no me conformo con eso. Ahora estoy trabajando para que haya otra oportunidad y poder ser parte del equipo de Primera.

¿Cómo fue la sensación de ponerse la camiseta de River para jugar en Primera?
Una sensación única que no se puede explicar, que uno solo lo siente. Ponerse la camiseta de River, que Gallardo esté parado frente a vos y te dé la charla técnica, que tu familia te vea y lo disfrute. Es impagable.

¿Qué tenés que hacer ahora para tener otra oportunidad?
Lo tomo con tranquilidad y me preparo día a día para que me llegue otra oportunidad. A veces lo hablábamos con los chicos y a todos se les dio de distinta forma el llegar y mantenerse. A Palacios lo subieron y bajaron varias veces, lo fueron llevando de a poco, se asentó y triunfó. Lo de Martínez Quarta fue medio loco: jugó un amistoso, anduvo muy bien y marcó un gol. Y ahí se quedó en la Primera. Sabemos que Gallardo está todo el tiempo mirando, por eso hay que estar preparado por si te toca. Eso lo tengo muy metido en la cabeza.

Cuando jugás contra la Primera, ¿pensás qué estás cerca de ese nivel?
Es difícil. Si te digo que es fácil te miento, porque es un equipo muy completo. No hay ninguno que esté bajo y son ganadores natos. Y tienen una fortaleza mental tremenda. Por eso nosotros en la Reserva los queremos copiar e imitar en todo para tener la misma idea de juego y, para cuando nos toque la oportunidad, no nos cueste nada adaptarnos a lo que te pide Marcelo.

¿En qué cosas hacés foco en lo defensivo?
Trabajar en ganar en los duelos mano a mano para después pasar a posición de ataque, que es lo que hace River siempre. Y a la hora de recuperar la pelota, hacerlo lo más rápido posible.

¿Cuáles son tus características?
Soy muy fuerte en la marca y tengo buena técnica para salir jugando. Me gusta romper líneas y pasar al ataque. También puedo jugar de lateral por la derecha. Ya lo hice muchas veces en Reserva.

¿Cuáles son tus referentes?
Acá en River, el Chino Martínez Quarta. Me gusta cómo sale jugando y la concentración que tiene para marcar. A veces hablo con él y me dice que trabaje duro y espere la oportunidad. También miraba mucho a Maidana. Y del exterior me gustan Ramos y David Luiz, que hoy está jugando en el Arsenal. Son jugadores muy completos.

¿Qué cosas hacés fuera del fútbol?
Lo que más me gusta es tomar mate solo. Me gusta reflexionar, porque me ayuda a mantener la fuerza mental. Creo mucho en Dios, tengo una familia cristiana. Ellos oran mucho por mí y eso me llega al alma. Me da mucha fortaleza. También me gusta escuchar música de diversos ritmos y mirar series.

Augusto Aguirre hoy es...
Un jugador que sueña con estar con el plantel de Primera y que vive del fútbol. Y, en la vida, un luchador.

FICHA TÉCNICA
Nombre y apellido: Augusto Aguirre
Fecha de nacimiento: 2 de agosto de 1999
Lugar: Corrientes
Edad: 20 años
Peso: 82 k
Estatura: 1,85 m
Perfil: diestro
Apodo: Lagarto
Categoría: Reserva
Puesto: marcador central