Un día como hoy, hace dos décadas, se le decía adiós a Adolfo Pedernera, Maestro del fútbol argentino y mundial y cerebro de La Máquina. El zurdo que le pagaba con las dos piernas nació en noviembre de 1918 en Avellaneda y supo jugar en los cinco puestos de la delantera más famosa. Debutó con tan sólo 16 años en la Primera de River, donde obtendría cinco títulos locales y deleitaría a la hinchada con su habilidad y amor por la pelota.
“A La Máquina no la inventó nadie. Existió porque se dieron circunstancias en un mismo tiempo y un mismo club”, decía don Adolfo.
Jugó 287 partidos con la Banda roja, en los que marcó 131 goles. En el 47 emigró a Atlanta, pasó por Millonarios de Bogotá y finalizó en las Inferiores del Más Grande. Es que el Maestro era un gran captador de talentos y falleció a los 76 años, de un paro cardíaco, haciendo lo que llevaba en la sangre: dirigiendo las Inferiores y enseñándoles a los más jóvenes.
Es por eso que la concentración amateur y las canchas de césped sintético del Monumental (donde se entrenan y suelen jugar los juveniles) llevan su nombre con orgullo.