"Voy a brindarme al máximo para que los chicos tengan todas las armas posibles" Gabriel Perrone, DT de la Cuarta División, ante su primer año al frente de la mayor de las categorías juveniles.

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Por: Rubén Sagarzazu


A Gabriel Perrone le encanta el desafío de dirigir a la Cuarta División (el año pasado tuvo a cargo la Séptima). Es dónde más cómodo puede sentirse, ya que siempre fue técnico de Primera División y está acostumbrado a manejar todo tipo de circunstancias. En este, su segundo año en el Club, tendrá la misión de preparar en la última etapa a los jugadores que están para pegar el salto a Primera o afianzarse en Reserva.

En ese sentido, explica por qué está tan ilusionado con esta etapa: “Particularmente, estoy más acostumbrado a trabajar con jugadores más grandes. Y este año me toca una categoría que es el límite para tomar decisiones de lo que los chicos quieren ser en su vida. Yo les dije que no me voy a dar el lujo ni permitirme no entregarles todo a ellos".

"El día que llegue la definición, ojalá puedan quedarse en la Primera de River. Pero, si se tienen que ir, que sea con las armas necesarias para poder triunfar. Como les dije, el fútbol no empieza ni termina acá, hay mil oportunidades para jugar en otros lados. Ellos están llegando a la situación límite y deben aprovecharla. Yo voy a brindarme al máximo para que ellos puedan llegar o irse con todas las armas posibles", agregó.

- ¿Esto significa que cada uno de los jugadores tiene que aprovechar cada entrenamiento y cada partido que les toque jugar como si fuera el último?
- Exacto, hasta el último día tienen que dejar todo. Y como en el fútbol nada está escrito y nadie es dueño de la verdad, la chance no les puede tocar hoy pero sí mañana. Y en el momento que les toque, son ellos los que tienen que decidir. Deben saber manejar todo tipo de situaciones: un día les tocará jugar en la Primera, después bajar a la Reserva o jugar en su división. Lo principal es que aprovechen cada oportunidad y nunca bajen los brazos.

- ¿Tenés muchos jugadores?
-Tengo los que quedaron del año pasado más lo que juegan en la Reserva. Todo pasa porque tengamos un buen funcionamiento, haya un diálogo fluido con los jugadores y también entre los técnicos. Que eso pueda estar claro es mejor para todos.

- ¿Qué rol juega la cabeza de los jugadores en esta etapa?
- Siempre es bueno estar bien de la cabeza. En la vida de cada uno de nosotros siempre hay altos y bajos, procesos de formación. De niños adolescentes van pasando por diferentes etapas de la vida. Ellos están hoy en la de definición de lo que vienen haciendo hace 6 o 7 años. El que mejor ha sido formado, se pueda entrenar, esté más lúcido y entienda las cosas, tendrá muchas más posibilidades de conseguir su objetivo.

- El maestro Adolfo Pedernera decía que en esta etapa, para llegar a jugar en la Primera de River, los chicos tienen que definirse como jugadores.
- Si lo dijo el maestro no hay nada que decir: es así. Los que están en este momento acá en River y llegaron a estas instancias es porque cualidades tienen. Por eso deben aprovechar lo que les queda de esta profesión, que es muy linda.

- ¿ Y ustedes esto cómo lo definen ?
- Depende de muchas cosas. Sabemos que a veces hay un buen jugador, pero acá no tiene espacio. Entonces tiene que irse a otro club a demostrar sus condiciones y después volver. A otros no les alcanza para que se queden, pero sí pueden jugar en otro club. O al entrenador que está de turno no le gusta determinado jugador y prefiere a otro. Son distintos factores.

- ¿Es muy importante que River haya recuperado el sentido de pertenencia en todos los aspectos para que, en estas instancias, las cosas les sean más fáciles para llegar a la Primera?
- El fútbol que se viene es ese. Hoy los clubes no pueden estar gastando dinero en cuestiones que se puedan solucionar teniendo la materia prima en casa. La obligación nuestra es que River tenga lo que va a buscar afuera, lo cual a veces no es fácil porque los clubes grandes necesitan ganar siempre. Y el jugador joven necesita un tiempo de adaptación, tiene que pulirse y formarse como futbolista profesional. Otras veces, traer jugadores de afuera es importante para que el joven aprenda de la calidad y experiencia del que llega.

- ¿Qué balance hacés del primer año del proyecto de infanfo-juveniles ?
- Ha sido muy bueno en todo sentido. He visto en general cómo trabajan los coordinadores, técnicos y preparadores físicos en cada categoría y está a la altura de River. Lo que yo veo desde que llegué el año pasado es un proyecto revolucionario. Porque no sólo hay que seguir una línea futbolística sino también en todo lo que es fuera de la cancha. Nosotros no sólo formamos jugadores, también seres humanos. Es una línea que viene de arriba hacia abajo, de respeto y educación, de trabajar mucho y hablar poco, sobre todo por lo que se ha visto últimamente a nivel de Primera División. Con todo lo que ha ganado River, nunca se ha salido de su línea. Y ese es el espejo y del ejemplo a seguir.

- Esa es la base del proyecto.
- Uno escucha hablar al Presidente del Club y el mensaje que deja es de tener unión, respeto y humildad. Y de formar futbolistas, pero también personas que estén aptas para desarrollarse en la vida en todos los aspectos. Y lo mismo hace Gallardo, que es positivo en todo momento. Y Francescoli está en la misma sintonía y así todos nos alineamos. Es un proyecto que tiene el estilo de River, con una línea que abarca todos los tópicos para que perdure en el tiempo.