Orgullo riverplatense La Primera División de básquet se despidió del Federal con la frente en alto, a estadio lleno y defendiendo la camiseta de River como lo manda la historia.

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Este miércoles, el Millonario se despidió del Torneo Federal después de tres tremendas batallas ante Racing de Chivilcoy, el equipo récord del básquet argentino que, con una impresionante racha de 35 partidos invicto, consiguió su merecido pasaje a la final y el ascenso a la próxima temporada de la Liga Argentina de Básquetbol. 

River se quedó en la puerta, pero lo hizo después de una campaña brillante que sorprendió a propios y extraños. Por eso, cuando pase el sabor amargo (por haber estado tan cerca de dar un paso más, por las lágrimas de los jugadores en el final, por la ausencia obligada en el último partido del capitán y emblema Maxi Pellegrino), quedará algo mucho más grande: un equipo que les devolvió el básquet a los hinchas, que a lo largo de los playoffs coparon el Microestadio como en las mejores noches de Liga Nacional; un equipo formado por jugadores que llevan el escudo en la piel y lo demostraron en cada partido; un equipo con un cuerpo técnico y un grupo de colaboradores que, encabezados por el entrenador Roberto Santin, entienden como nadie el lugar que ocupan; un equipo que unió a todo un Club en torno al básquet, a tal punto que desde los deportistas amateurs de distintas disciplinas hasta los jugadores del plantel profesional de fútbol se acercaron a alentarlo y le demostraron su apoyo en las redes sociales antes de cada cruce definitorio.

River fue eso: un equipo. Que supo hacerse fuerte en las difíciles y que se fue afianzando con el correr de los partidos. Que inició el torneo con una caída como local ante el debutante Caza y Pesca y que lo cerró poniendo en jaque al rival más poderoso de todos. En el medio, 40 partidos, muchísimo sacrificio, un enorme compañerismo y un sentido de pertenencia que emociona. También, claro, varios recuerdos imborrables.

Como el triunfo en Fase Regular ante Racing en Avellaneda que invitó a soñar y que fue clave para terminar arriba en la Conferencia Sur; la serie ante Unión Vecinal de La Plata, imponiéndose con autoridad en una cancha siempre esquiva; la victoria a pura garra sobre Argentino de Pergamino, otra vez definiendo en rodeo ajeno; el infartante 3-2 sobre Regatas Uruguay, con una remontada épica en el último juego para la victoria en suplementario que desató la fiesta en Entre Ríos.

Queda, entonces, el agradecimiento para un plantel que terminó entre los cuatro mejores de un durísimo torneo en el que participaron nada menos que 64 clubes de todo el país. Que merece revancha y que la tendrá. Y que es, sin dudas, un gran motivo de orgullo para todo River.