Octava División, la palabra de los campeones El entrenador y los jugadores dialogaron con el Sitio Oficial después de haberse consagrado en el certamen organizado por la AFA.

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Por: Rubén Sagarzazu


La Octava División arrasó de punta a punta con el fútbol que caracteriza a River: buen juego, contundencia y solidez. Las estadísticas así lo marcan. Ganó 25 partidos, empató tres y sólo perdió uno, contra Belgrano de Córdoba.

Jorge Gordillo, el DT, define al campeón: “Fuimos justos campeones. Desde el comienzo estuvimos convencidos de eso. Y el mensaje que les bajamos a los chicos lo entendieron rápidamente: jugar como River. Salimos a ganar en todos lados, priorizando el buen juego, mover la pelota por abajo, siendo verticales y formando pequeñas sociedades que potenciaron al equipo. Y precisamente hicimos hincapié que acá la figura era el equipo. Así trabajaron día a día, sacrificándose y dando en todos los entrenamientos un poco más. La humildad fue la bandera de este equipo”.

Y agregó: “En cuanto al desarrollo del campeonato, lo peleamos con San Lorenzo y Lanús, dos muy buenos equipos. Fuimos parejos hasta que San Lorenzo se quedó y nosotros le ganamos el mano a mano a Lanús y ahí nos dimos cuenta de que podíamos ser campeones. Y no dejamos pasar la oportunidad. Ganar el campeonato sirve muchísimo para los chicos. Los motiva y los hace crecer como jugadores y personas. Pero acá en River no descuidamos ni perdemos de vista que lo más importante es prepararlos para que puedan llegar a Primera, que es su sueño. Más allá de ganar campeonatos, lo principal es formar jugadores”.

Santiago Trigo, centrodelantero del equipo, dio su opinión sobre el campeón: “Fue un equipo muy ofensivo y equilibrado en todas sus líneas. Siempre fuimos 11 leones dentro la cancha y jugamos en equipo. Acá no hay estrellas. Para mí significa algo especial, porque vivo en la pensión y estoy lejos de mi familia. Soy de Puerto Madryn y estoy hace dos años acá. Para ellos es este título, porque me apoyan en todo momento y me dan fuerzas para seguir adelante. Haber dado la vuelta olímpica con esta camiseta es lo máximo y ojalá pueda repetirla en Primera”.

Tomás Lecanda, marcador central y uno de los referentes de este equipo, destacó la humildad del plantel y agregó: “Los otros dos factores principales para lograr este campeonato fueron el compromiso en cada entrenamiento y el compañerismo del grupo. Nuestro espejo fue la Primera. Tratamos de jugar igual que ellos. Son nuestros referentes y ojalá algún día podamos estar dentro de la cancha como ellos, defendiendo en Primera los colores de River”.

Lecanda continuó: “Gordillo es técnico increíble que nos apoyó en todo momento. Sobre todo en el partido contra Belgrano de Córdoba, que significó una dura derrota para nosotros. Nos motivó e hizo creer en nuestras condiciones. Y desde ese día no paramos hasta ser campeones. Tiene grandes condiciones y además nos transmite toda su experiencia como jugador. Es un ganador nato y nosotros queremos hacer lo mismo”.

Gabriel Moreno, volante interno, no ocultó su emoción de haber logrado este título: “Para mí fue una emoción inolvidable. Hace un año que estoy acá, soy de Resistencia, Chaco, y era impensado para mí lograr esto. Por eso lo disfruto como lo mejor que me pasó en la vida y se lo dedico a mi familia, que viven pendientes de mí. Cuando daba la vuelta olímpica se me vino a la mente todo el sacrificio que hicimos en el año. La pretemporada, dando el máximo en cada entrenamiento. Y el ir partido a partido, sin resignar a que somos River. Y sobre todo el compañerismo, que fue lo más importante para lograr este campeonato. Jugamos igual que el equipo de Gallardo. Salir campeones nos abrió la mente para saber lo que es estar en River, un club único. Y que no hay que quedarse con esto para llegar a Primera, hay que esforzarse más, sin o no tenés chances de llegar”.

Matías Cuellar y su particular visión desde el arco sobre este logro: “A los chicos los vi muy seguros y confiados en sí mismos todo el campeonato. Eso me dio una gran tranquilidad y seguridad para responder desde el arco. Luchamos todos los partidos hasta el último minuto. Por eso fuimos casi imbatibles. Nuestra identidad fue la de intentar jugar siempre y no desesperarnos. Cuando hizo el gol Giuliano Simeone no lo podía creer. Éramos campeones y con la camiseta de River. Difícil de explicar lo que se siente. Este es para mí el mejor club del mundo. No te falta nada, todos se esfuerzan para que estemos cada vez mejor. Cómo no sacrificarse cada día, en cada entrenamiento y partido. En lo personal tuve un muy buen año. Me hicieron pocos goles y pude estar a la altura de lo que pedía el equipo”.