La concreción de un sueño Se cumplen 80 años de la inauguración del mítico Estadio Monumental.

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Si bien en los primeros años del fútbol profesional River Plate era un club que, con más de tres décadas de vida, era el que más socios tenía, estaba socialmente consolidado como entidad polideportiva y futbolísticamente ya comenzaba a ser el mayor protagonista de los torneos de la AFA, le quedaba aún pendiente un gran tema: tener su propio campo de deportes y fundamentalmente un gran estadio en el que pudieran ingresar los miles de espectadores que ansiaban ver a las grandes figuras millonarias.

Las sedes riverplatenses habían estado en la Dársena Sur en dos etapas (desde los inicios hasta 1906 y luego desde 1908 a 1913); un año (1907) en Sarandí, cerca del Puente Chico; en 1914 se jugó todo el año en cancha de Ferro Carril Oeste hasta que el año siguiente se inauguró el primer gran recinto, la cancha de Aristóbulo del Valle y Caboto, en el corazón del barrio de La Boca. En 1923 se construyó en la Avenida Alvear y Tagle un estadio con un gran campo de deportes que provocó una explosión de la masa social riverplatense. Sin embargotampoco ese terreno era propiedad del club y ya no se sostenía la situación de inestabilidad ante la inmensa cantidad de socios que se iban sumando día a día. El 31 de octubre de 1934 se firmó el boleto de compra de unos terrenos lindantes al Río de la Plata ubicados en el límite de los barrios porteños de Belgrano y Núñez. Se pagaron 569.403 pesos por 83.950 metros cuadrados ubicados sobre la avenida Centenario (actual Figueroa Alcorta) que formaron parte del viejo Hipódromo Nacional.

El 25 de mayo de 1935 se colocó la piedra fundamental de lo que sería el futuro gran stadium riverplatense. En los siguientes meses las autoridades del club recibieron decenas de proyectos de distintas constructoras. Finalmente en septiembre se decide seleccionar tres de esos proyectos mientras que la decisión final se realizó el 31 de octubre, siendo elegido el trabajo de los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra otorgándosele un premio de 3000 pesos y la dirección de las obras.

En septiembre de 1936 comenzó la construcción, pues hubo muchas complicaciones preliminares debido al necesario acondicionamiento del inestable terreno pues los chorros de agua de las napas subterráneas podrían provocar numerosos problemas y hasta desmoronamientos.
Finalmente, en mayo de 1938 se dio por culminada la primera parte de la obra. Con un sector de la actual tribuna Centenario alta aún sin terminar, se procedió a inaugurar el Monumental estadio. El día 22 se produjo, ante más de 20 mil personas, la bendición a cargo del obispo Dionisio Napal. El 25, feriado nacional, se llevó a cabo por la mañana un emotivo acto de entrega de dos grandes banderas de ocho metros de largo, una nacional y otra del club, realizadas en seda natural y costeadas ambas por los propios socios del club. Un grupo de socias menores llevó ambas banderas a los mástiles y fueron izadas lentamente mientras se cantaba el Himno Nacional y el de River Plate.

El 26 de mayo fue el gran día. Con la presencia de autoridades nacionales y municipales y los directivos de River y de Peñarol de Montevideo, el gran amigo rioplatense, comenzaron los festejos con un desfile de atletas de todas las disciplinas del club. Los Bomberos Voluntarios de La Boca también dieron el presente con su uniforme de gala y fueron ovacionados por la multitud y tras ellos desfilaron con una bandera extendida los socios fundadores del club seguidos por los futbolistas profesionales y de las divisiones inferiores. Un rato después se izaron las dos banderas que habían sido presentadas oficialmente el día anterior. Luego fue el turno de la antorcha olímpica, portada por el atleta Ignacio Ovejero que fue entregada al edecán del Presidente de la Nación. El espectáculo continuó con unas avionetas que dejaron caer ramos de flores y la pelota para que a las 15 horas comenzara el encuentro entre River Plate y Peñarol cuyo puntapié inicial fue dado por el Intendente municipal.

Uno de los momentos más emotivos se dio cuando a los 30 minutos de juego el árbitro Jerónimo Repossi detuvo el encuentro y se hizo un minuto de silencio en homenaje a los directivos y asociados históricos de River ya fallecidos. En el entretiempo hubo una demostración atlética de los jóvenes del Patronato de la Infancia que formaron en el césped la palabra “RIVER”. Finalmente se jugó la segunda parte del partido, que concluyó con un triunfo riverplatense por 3 a 1, correspondiendo a Carlos Peucelle el honor de haber convertido el primer gol en el flamante estadio.

Para concluir con ese inolvidable día, en el salón de actos (actual restaurante) se descubrieron los dos cuadros murales donados al club por Benito Quinquela Martín, que aún hoy se pueden disfrutar. A continuación se recibieron las placas obsequiadas por la AFA y decenas de clubes argentinos y uruguayos, además de algunas otras instituciones. Finalmente, en el gimnasio principal se realizó el gran banquete oficial y en el cual el presidente José Julio Degrossi dio un emocionante discurso en donde recorrió la gran historia del club desde su nacimiento hasta la concreción del gran sueño: el Estadio Monumental.

Patricio Nogueira - Vicepresidente Museo River