Fillol: "La mejor atajada de mi vida fue haber jugado 10 años en River" Ídolo y uno de los más grandes arqueros de la historia, repasa su historia en el Club y habla de la actualidad del equipo de Gallardo.

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Por: Rubén Sagarzazu


¿Qué es River para vos?
Afectivamente y deportivamente, es mi segunda casa. Y me recuerda permanentemente a Angelito Labruna. Él nos decía: "Ustedes se tienen que quedar a vivir acá, no se tienen que ir nunca de este Club, porque River es lo más grande que hay". Sin dudas, en los afectos y lo espiritual es mi segunda casa.

¿Y Ángel Labruna?
Labruna futbolísticamente fue mi padre. Tengo el orgullo de decir fui el arquero de Ángel Labruna. Y en el recorrido que tuvimos juntos aprendí a quererlo. Era un técnico que sabía armar planteles. Todos de calidad. Y el que no jugaba estaba contento igual con él. Tenía magia para manejar los equipos, porque a la larga o la corta, un entrenador tiene problemas donde hay muchas estrellas. Y River las tenía. Pero la única estrella que brillaba era él. Nosotros éramos indios y él, el cacique.

¿Cuál fue tu mejor atajada?
La mejor atajada de mi vida fue haber jugado 10 años en River. La mejor en un arco fue la que le hice a la Bruja Verón padre, en la cancha de Vélez en 1975, contra Estudiantes. Fue un cabezazo tremendo en el área chica, volé y la saqué del ángulo derecho. Todos los jugadores del Pincha se agarraban la cabeza de cómo no había sido gol.

¿Un partido que recuerdes?
Un Superclásico que le ganamos 3-2 a Boca, en la Bombonera, en 1981 un domingo a la mañana. Hicimos un partido perfecto. Boca tenía a Maradona y Brindisi, Gatti, Ruggeri y Gareca y habían sido campeones del Metropolitano. Nosotros también éramos un gran equipo, con Alonso, Passarella, Gallego, Ramón Díaz y Tarantini, entre otros. Y encima vino Kempes de España. Los goles los hicieron Kempes de tiro libre, Passarella de penal y García. Al final terminamos siendo campeones del Nacional, ganándole la final al Ferro de Griguol.

¿El mejor jugador?
El Beto Alonso, lejos. Una magia impresionante. De los que yo vi, no tuvo comparación. Un crack. Un ídolo dentro de la cancha y con la gente.

¿Un campeonato?
El Metropolitano del 75, porque entramos en la historia. Salimos campeones después de 18 años. Siempre se recuerda. Sabés lo que significó para River, la gente y nosotros. A veces me pongo a charlar con los hinchas que lo vieron y se les caen las lágrimas. Y estaba Angelito, con su magia, que supo armar ese equipo con jugadores de experiencia y jerarquía. Jugábamos el verdadero fútbol de River. Y lo de la gente fue increíble. Llenaban todas las canchas. Se batieron todos los records de público.

¿Un compañero?
Roberto Perfumo. Lo disfruté como amigo y jugador. Y lo lloré mucho cuando nos dejó. Tenía mucha jerarquía futbolística y humana. Conocía el vestuario como nadie. Y todo eso lo volcó en nosotros y nos enseñó lo que era River. Consejero del fútbol y la vida.

¿Cómo es el arco de River?
Yo dije cuando llegué acá, por 1973, que es el arco más grande del mundo. Se creó una frase que quedó en la historia. Y ahora cuando estoy cerca de los 70 años, voy a cambiar esa frase. Es el mismo arco que todos, pero es el arco con más historia en el mundo. Y eso lo hace inmenso y difícil.

¿Por qué no salió otro Fillol?
Porque eso no se da todos los días. Son por los genes de mi padre que logré esto. Sin eso no hubiese conseguido todo lo que soy en el fútbol. Y eso no se da todos los días. Obviamente que a la materia prima la tenés que desarrollar con un montón de cosas. Con que nunca hay que dejar de crecer y de soñar. Tener conducta y entrega. Y principalmente con querer superarse cada día más. También hay una forma de vida y de crecer. Y si vos mezclás todo eso sale perfecto. Y yo salí arquero por todo eso. Y hasta el momento nadie salió de la misma manera.

¿Un delantero al que respetabas?
Al holandés Johan Cruyff. Lo enfrenté una sola vez. Me pareció un jugador distinto, maravilloso. Y también a Maradona lo disfruté como compañero y lo sufrí como rival. Cuando jugabas contra ellos tenías que estar con todos los sentidos a pleno. Porque en cualquier momento inventaban algo y lo tenías que padecer.

¿Amadeo Carrizo?
A Amadeo me hubiese gustado verlo jugar. Es una cosa que me faltó en la vida, porque podría haber aprendido mucho. Fue, según los que lo vieron, el inventor del arco, de un estilo. Es el personaje viviente de la historia del fútbol argentino.

Yendo a la actualidad. ¿Cómo ves a River?
Me gusta. Y me pone muy contento que Marcelo Gallardo sea un técnico ganador que respeta la historia futbolística de River. Vos ves que hay un estilo y una forma de jugar. Eso es reconocer, amar y venerar al Club. Y Marcelo lo hace dentro del campo de juego.

¿Jugar un Superclásico es lo máximo?
Es lo más hermoso que le puede pasar a un jugador de fútbol. Es lo que uno sueña. Porque es uno de los clásicos más grandes del mundo. Creo que es el que se vive con más pasión.

¿Cuál recordás más?
El que ganamos en el Metropolitano del 75, en la Bombonera. Fue un 2-1, con goles de Alonso de tiro libre y el Puma Morete. Le atajé un penal a Marcelo Trobiani, que recién era un pibito. Esa noche la rompí toda. Y me quedó ese partido, porque creo que ahí nos empezamos a probar el traje de campeón después de 18 años.

¿Armani?
Es un gran arquero, que ha entrado muy bien en River. Tiene mucha experiencia, que es fundamental. Porque para los jóvenes, el arco de River es difícil. Ha entrado muy bien en el juego que desarrolla Gallardo y la gente. Hoy por hoy es el mejor arquero argentino. Y va a volcar todo lo que sabe también en la Selección Argentina.

¿Te gusta este River copero?
Como te dije antes, Gallardo respeta la historia de River. Y eso te hace distinto, copero y ganador. Tanto en las copas como en los campeonatos locales. Gallardo es ganador como Labruna.

Fillol fue en River…
Los hinchas, cuando yo llegué a River, me decían: “Che, pibe, mirá que tenés que atajar como Amadeo Carrizo”. Lo digo con respeto, que después de los diez años que estuve en River esa frase no se volvió a escuchar. Porque después vinieron muchos buenos arqueros, pero a mí me tocó la primera etapa y yo le di otra opción a la gente. No sé si gusté más o menos. Carrizo fue incomparable.

¿El hincha de River es distinto?
Es el que más sabe de fútbol, porque es la hinchada que más aprendió. Por ver toda la vida tantos cracks. Después de observar tantos distintos, aprendés de fútbol. Y tuvo y tiene la mejor escuela de nuestro fútbol.

¿Algo que te haya quedado pendiente?
Lo tengo muy claro: ganar la Copa Libertadores. Y el equipo que arrancó en el 75 se la merecía.

¿Qué consejo les darías a los chicos que juegan en las Inferiores o que vienen de otro club para que puedan triunfar en River?
Es fundamental que el chico que juega en River conozca lo que es el ADN de este Club, que es inmenso. Que sepa que jugar acá es un privilegio. Y a partir de ahí, tiene que esforzarse cada día por crecer. En River si hoy jugás bien, mañana tenés que hacerlo mejor. Y después romperla y con el correr del tiempo llegar a ser crack. No podés hacer la plancha. Y nosotros que trabajamos acá debemos hacerlos crecer. Y eso es un desafío tremendo, porque sentimos orgullo de estar acá.

Imagen: @ubaldofillol