Martín Pellegrino, el técnico campeón con la Octava El entrenador dialogó con el Sitio Oficial sobre cómo fue el torneo con la categoría y cómo trabajaron con los jugadores en los distintos aspectos.

  • Compartir

Por: Rubén Sagarzazu


El fútbol formativo está sembrando capacidad, inteligencia, docencia, sacrificio y recoge calidad a nivel colectivo, talento y gran formación a nivel individual.

River salió campeón en tres de las seis divisiones que tiene el campeonato juvenil que organiza la AFA. Con un notable rendimiento futbolístico, las categorías mostraron un gran juego en equipo y muy buenos rendimientos individuales, con una llamativa capacidad goleadora y gran solidez defensiva.

La Octava ganó 19 partidos de 27, convirtió 72 goles y recibió sólo 21, con una diferencia de +51. Sacó 63 puntos para ganar el certamen. Martín Pellegrino, su entrenador, explicó a fondo cómo fue el torneo, hizo un balance del trabajo anual en la formación de los jugadores y resaltó el rol de Gallardo.

¿Por qué salieron campeones?
Por la evolución de los chicos. Si bien en estas categorías no se busca el resultado en sí, es consecuencia de la predisposición al trabajo que nosotros proponemos día a día. El año pasado, en Novena, tuvimos un campeonato de 15 fechas en el que salimos segundos. Y tuvimos que parar porque veníamos de la pandemia. Ahí le dimos al equipo nuestra idea de juego. Después, tuve la suerte de que me reafirmaran en la categoría y yo conocía a los chicos. Se sumó el coordinador Román Raponi, el técnico Cristian Green y el profesor Leo Busti. Creo que a lo largo del año hicimos un gran trabajo y los resultados estuvieron a la vista.

¿Qué les inculcaron a los jugadores?
Lo principal es cómo hay que jugar cuando se ponen la camiseta de River, que no se negocia el buen juego, con el balón por abajo, de tenencia, de ataque, de pensar en el arco rival. Que pasen los laterales al ataque constantemente, jugar con un número 10 del estilo de River. Por suerte tenemos varios. Creo que los chicos entendieron la idea y pudimos llegar a las instancias finales peleando el campeonato. Aprendimos que, a lo largo del camino, no es todo color de rosas y se supieron sobreponer a las adversidades cuando no se daban los resultados. Sacaron la calidad, la garra y la fuerza que el jugador de River requiere. Y creo que eso se lo llevan como vivencia y experiencia para el día de mañana, cuando tengan que subir a Reserva o jugar en Primera. Ellos saben que el jugador de este Club debe tener un carácter fuerte para afrontar diversas situaciones. Creo que nos vamos todos felices por el título ganado, pero más por lo que ellos aprendieron y evolucionaron. Y porque son cada vez mejores personas, que los hacen mejores jugadores de fútbol.

¿Cómo fue el trabajo de formación?
Fueron muchas pautas que nos trazamos a lo largo del año. El primer objetivo fue la alimentación. Con la licenciada Marina Terni nos propusimos que los chicos tuvieran dos comidas fuertes a lo largo de su actividad. Una fue el desayuno y otra, el almuerzo. Entonces, armamos un desayuno muy completo, una colación después del entrenamiento y un almuerzo muy fuerte en la confitería de River. Eso hizo que pudiéramos exigir a los chicos en la alta competencia y respondieran muy bien.

¿Y en la parte física?
El profesor Leo Busti fue el encargado de la puesta a punto. Nos pusimos de acuerdo que los ejercicios de fuerza, coordinación y resistencia sean todos con la pelota, porque el jugador de River debe ser técnico, habilidoso. Fue la condición número uno.

¿Qué importancia le dieron a lo psicológico?
Con el licenciado Nicolás Pasut hicimos mucho hincapié en diferentes ejercicios de respiración y relajación. Lo trabajamos cuando venían los momentos de adversidad en la alta competencia y nos dio un resultado excepcional. También trabajamos en ejercicios de visualización y fundamentalmente en la unión grupal.

¿Y en la parte táctico-técnica?
Con Cristian Green trabajamos en la situación de juego, en espacios reducidos y de fútbol formal, siempre inculcando que la tenencia era una parte fundamental del juego. Sobre todo, la tenencia con un porqué: siempre buscando el arco rival, si había un pase hacia el costado, el otro debía ser para adelante, los controles, perfiles y hasta los trabajos en espacios reducidos o en situación de jugada. Siempre pensando en ser ofensivos y principalmente en el entendimiento del juego. El jugador de River debe saber lo que requiere cada jugada, cuándo tocar o gambetear y que siempre la primera opción sea ir para adelante. Cumplimos todos los objetivos con creces. En lo que es el sistema táctico, utilizamos dos: el 4-3-1-2 fue el que más usamos. Y el 4-1-3-2, siempre con jugadores de buen pie y manejo de pelota.

¿Cuál es el futuro de la categoría?
Es una categoría que en un futuro no muy lejano le va a aportar grandes valores a la Reserva. Es un equipo que tiene uno o dos jugadores por puesto, que se destacan.

¿Qué te dejó haber compartido trabajo con Gallardo?
Hay que agradecerle con la memoria y el corazón. Tuve la suerte de no sólo conocer al técnico exitoso que todo el mundo ve, también conocer al hombre. En esa etapa de conocimiento, vi a un ser humano íntegro, respetuoso, humilde, con todos los valores. Eso lo puede lograr la gente de bien. Le deseo lo mejor, que siga por esta senda de éxitos. Ojalá me lo vuelva a cruzar en la vida o en el fútbol.