A 90 años de una revolución riverplatense El 13 de marzo de 1932, River inició su camino en el Campeonato de Primera División y venció a Chacarita, con el debut de Bernabé Ferreyra y el regreso de la banda roja.

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Por: Departamento de Museo, Trofeos e Historia


Desde 1901 hasta la actualidad, fueron muchos los años que marcaron hitos fundacionales en la identidad y la grandeza de River, aunque sin dudas puede considerarse a 1932 como uno de los más trascendentes. A la gran incidencia social que había conseguido el Club a partir de su llegada a Alvear y Tagle le faltaba la consolidación de un equipo de Primera División que lograra nuevos títulos, después de 12 años de sequía.

En la segunda temporada del profesionalismo se alcanzó ese objetivo en el certamen organizado por la Liga Argentina de Football. Para ello, se apostó por una contratación rutilante: Bernabé Ferreyra. El goleador santafesino llegó desde Tigre a cambio de 35.000 pesos, una suma exorbitante para la época, pero que terminaría resultando acorde a su sensacional paso por la Institución. La Fiera debutó un 13 de marzo, hace exactamente 90 años, en una victoria 3-1 sobre Chacarita Juniors.

Aquella tarde, marcó los primeros dos de sus 200 goles en 195 partidos oficiales disputados, un promedio récord en el fútbol argentino. Mientras en los medios deportivos se afirmaba el apodo de Millonarios y el Mortero de Rufino empezaba a escribir su historia, en esa misma jornada volvía a utilizarse la banda roja en la camisa de juego, una vieja tradición que se había dejado de lado en 1909. De hecho, a partir de la obtención del Campeonato de Segunda Liga y el ascenso a Primera en 1908, la prenda característica de los antiguos Darseneros había caído en desuso y ni siquiera había sido vestida en encuentros amistosos. Tras esos 23 años luciendo indumentaria a bastones verticales (blanca y roja o tricolor), la leyenda cuenta que fue por iniciativa del joven dirigente Antonio Vespucio Liberti que se optó por recuperar el atuendo que habían ideado los socios fundadores.

La revolución fue tal en ese año que River incrementó su masa societaria casi en un 50% (pasó de tener 8459 asociados en febrero de 1932 a 12.025 en el mismo mes de 1933). Se iniciaba la época del fútbol espectáculo, con sede principal en el viejo estadio de Recoleta. Durante la década del 30 llegaron más vueltas olímpicas, acompañadas del afianzamiento de un estilo que todavía mantiene su vigencia. Más tarde, el proyecto de mudanza al Monumental significaría el salto definitivo hacia una popularidad que ya sobrepasaba los límites de lo imaginado para aquellos tiempos.