“Volver a los orígenes”. Esta fue la expresión de Otto de Vilmar, ex entrenador del seleccionado argentino y entrenador de las arqueras "Vikingas" cuando conoció a Joaquín Piovano y su proyecto.
A ambos los unían dos pasiones: el hockey y el amor a su ciudad natal, Las Varillas, en Córdoba.
Joaquín, deportista y apasionado de esta actividad, tenía el sueño de formar allí un equipo femenino de hockey, por lo que la Subcomisión de Hockey de River, a través de Otto de Vilmar, colaboró con este proyecto brindando la experiencia y donaciones de equipos.
“Nuestra necesidad tiene, más allá de lo deportivo, una función social. Las Varillas es una comunidad de 15 mil habitantes en donde las chicas no cuentan con tantas posibilidades de practicar deportes. Nuestro club, Complejo Deportivo Ferrocarril Central, es una institución joven que este año inició la escuela de hockey femenino buscando una identidad social a través de este deporte”, explicó Joaquín Piovano.
“A raíz de esto fui invitado por don Otto de Vilmar, a raíz de su necesidad personal de querer devolverle algo a su ciudad. Humildemente, se contactó conmigo para brindarse y ayudarnos en lo que fuera, tal es así que durante tres días me adoptó, me mostró el trabajo que realiza con las arqueras, me hizo conocer a personas a las que he admirado desde siempre como Cachito Vigil, a todo el Club y a la armonía con la que se trabaja, la humildad, el respeto y el compañerismo”, contó.
“Para nuestros inicios, la visita a River fue una inyección anímica muy importante, somos conscientes de nuestras limitaciones pero el hecho de conocer el Club nos sirve como guía para seguir y para soñar. Más allá de lo deportivo, nos inspira la necesidad de imitar lo que se respira, la armonía y la buena onda entre profes, alumnas, padres y directivos”, finalizó.
Por Horacio Theunynck