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ENGeralnik: "Funcionamos a pleno como equipo" En diálogo con el Sitio Oficial, el enganche de la Séptima División habló sobre su presente en River y también se refirió a las selecciones juveniles.
Por: Rubén Sargazazu
A Tiago Geralnik, sin querer el destino lo convirtió a su corta edad en trotamundos de la vida y el fútbol. El talentoso enganche de la Séptima de River y las Selecciones Juveniles de Argentina, recuerda y cuenta su particular historia con la frescura propia de su edad. “Nací en Rosario y a los dos años me fui a vivir a Venezuela, por el trabajo de mi papá, Marcelo. Él es preparador físico de fútbol, trabajó en varios equipos de allá, en Deportivo Lara, Mineros. Deportivo Anzoátegui y Zamora. Por esa razón viví en varias ciudades, como Caracas, Barquisimeto, Puerto Ordaz, Puerto La Cruz y Barinas. Estuvimos 9 años hasta que decidimos volver a la Argentina nuevamente.
¿Y allá empezaste a jugar al fútbol?
Sí. Jugaba en las Divisiones Menores del club donde estaba mi papá. Me probaba, quedaba y así empecé mi carrera. Siempre jugué de enganche. Yo quería volver a la Argentina y jugar en un club de acá, ese era mi sueño. Pero jamás pensé que iba a ser en River.
¿También estuviste en Chile?
Sí. En 2015, mi papá se fue como preparador físico de Beccacece a la Universidad de Chile. Ahí también jugué seis meses en las Inferiores. Hasta que en 2016 nos volvimos definitivamente a Rosario. Realmente fue una experiencia muy linda de vida. Conocer otras culturas y costumbres. Y dar mis primeros pasos en un fútbol totalmente distinto al nuestro.
Pero también hay una historia muy fuerte antes de llegar a River
Yo jugaba en Adiur, un club de Rosario y a mediados de 2016 me citaron para la Selección sub 15. Me llamó Diego Placente, para mí fue algo increíble. Ser jugador de la Selección sin haber jugado en ningún club de AFA.
¿Y cómo llegó lo de River?
River hizo una prueba allá. Estaba Gustavo Grossi, seleccionaron a otro chico y a mí, para que vengamos a Buenos Aires para terminar la adaptación. Vine en noviembre de 2017, practiqué con la Novena que dirigía Gustavo Fermani y ya en enero de 2018 me vine para acá y empecé a jugar en la Octava División. Gordillo, que era el técnico, me ayudó mucho para la adaptación.
¿Sos el típico enganche?
Sí. Soy un jugador pensante que hago jugar a mis compañeros. Me gusta dar asistencias y patear de media distancia, porque tengo buen remate.
¿Cambió tu juego en River a lo que estabas acostumbrado hacer antes de llegar?
Mucho. Acá me piden que tenga más ritmo y haga las cosas más simples. Resolver la jugada a uno o dos toques. Y que pise más el área. Creo que esto me va a servir mucho para el futuro. Ya que en Reserva y Primera se juega de esa manera y es bueno que lo incorpore a mi juego ahora. El primero que me dijo eso fue Gordillo, que le hiciera caso, porque si no me iban a moler a patadas. Trato de ubicarme a espaldas del 5 rival o tirarme a los costados para que me llegue la pelota limpia.
¿Cómo juega la Séptima?
Arrancamos muy bien el campeonato, estamos punteros. Funcionamos a pleno como equipo y tenemos muy buenas individualidades.
¿Creciste también en lo físico y mental?
Cuando llegué acá me hicieron hacer enseguida mucho trabajo de fuerza y potencia. Mejoré notoriamente desde lo físico y también mentalmente. Me sirvió mucho que me dijeran que acá en River, hay que jugar como uno sabe, pedir siempre la pelota y que me divierta. Eso me sacó mucho la presión y me potenció más como jugador.
¿Ahora en Séptima tenés a José Vidal como técnico?
Vidal me dice que juegue tranquilo y me mueva por todos lados. Y que siempre intente asistir y meter pase filtrados. A él le gusta mucho tener un equipo muy ofensivo y con buen trato de pelota. Y también me pide que de a poco trate a convertir más goles.
¿Quiénes son tus referentes?
Me gusta mucho Enzo Pérez, porque siempre hace la fácil y tiene un pase bárbaro. Y también Nacho Fernández, que se mueve por todos lados y mete muchos pases filtrados. A su manera cumple la función de enganche. Y del exterior, el holandés De Jong, que ahora está en el Barcelona. Es el jugador más simple que yo vi por ahora. Tiene todo claro, un panorama terrible y un pase al espacio que termina en ataques profundos.
El buen rendimiento de Tiago en River, le significó consolidarse como jugador de las distintas Selecciones Juveniles. Y eso le abrió aún más la mente para seguir creciendo en su juego.
Cuenta con emoción y muy entusiasmado esta experiencia en su carrera: “Cuando llegué a River, a los pocos meses, Pablo Aimar me citó para la Sub 17, quedé afuera en el último corte para el Sudamericano que se jugó en Chile. Muy contento por estar, ya que todos eran categoría 2002 y yo soy 2003. Y después estuve en la Sub 16, que ganó el mundialito de Montaigú, en Francia. Le ganamos la final a México y en la etapa clasificatoria a Inglaterra y Portugal.
Fuiste elegido el mejor jugador del torneo, además de ser el capitán del equipo
Sí. Realmente un orgullo. Pero todo esto fue un logro del equipo, sin el esfuerzo de todos nada hubiera sido posible. La Selección está por encima de cualquier jugador.
¿Ganaron también un torneo en Portugal?
Salimos campeones al ganarle la final a Holanda, 3 a 1. Realmente fuimos un equipo que mostró una identidad de juego y que tiene jugadores con un futuro enorme.
¿Cómo resumís esta experiencia?
Primero aprendí a ser jugador de la selección Argentina. Placente y Aimar nos dicen que estando en la Selección no hay partidos amistosos. Que no podés perder y tenés que dar siempre lo mejor, porque puede venir otro que es mejor. Y no sabés si vas a ser convocado nuevamente. Y que en Europa el fútbol es totalmente distinto, es mucho más táctico. En eso son superiores. Pero nosotros con nuestra técnica y picardía futbolística, pudimos ganarles y salir campeones.
¿Y de la gente y sus costumbres?
Tienen otra forma de vivir. Son más ordenados y tranquilos. Me abrió mucho la mente y empecé a pensar y ver las cosas de otra manera.
Volviendo a River. ¿Qué cosas ves en la Primera División?
Que no regalan nada. Siempre salen a ganar todos los partidos y dan lo mejor. Eso dio sus frutos continuamente. Para nosotros es un ejemplo y tratamos de imitarlos.
¿Y de Gallardo qué pensás?
Que sorprende siempre. A veces viene a ver nuestros partidos. Eso a nosotros nos pone contentos, que el técnico de la Primera se fije en los jugadores de Inferiores. Muestra que está en todos los detalles y nos incentiva a ser cada día mejor. Y sabemos que algún día podemos tener la oportunidad. La prueba es la cantidad de jugadores que están en la Primera.
Está cursando cuarto año de la secundaria, en el Instituto del club. Y le gusta la lectura: “Me fascina leer libros de fútbol. Soy fanático de Pep Guardiola. Leí todos sus libros, me encanta conocer cómo son sus métodos de trabajo y la forma de jugar que tiene. También leí ‘El Legado’, de los All Blacks, que revela la mentalidad ganadora que tienen y la forma de trabajar en equipo. Y que todo se consigue con unidad y se construye en el vestuario.
¿Hay un futuro Técnico?
La verdad que sí. Mi meta es ser jugador y en el futuro Director Técnico.
¿Cómo es la vida en Casa River?
La vida acá es muy linda. Te dan todo y estoy muy contento. Tito y Oscar son muy exigentes, porque quieren lo mejor para nosotros. Se llevan muy bien con todos y eso es muy importante para nuestro crecimiento.
¿Qué es lo que más te gusta?
Tomar mates con los chicos, las milanesas y el guiso de lentejas que hace Flor, que es nuestra cocinera. ¿El asado?, lo como con mi familia cuando voy a Rosario.
Como futuro Técnico me imagino que mirarás mucho fútbol
Miro todas las ligas. Y el equipo que más me gusta, además de River, es el Manchester City de Guardiola.
¿Qué es Tiago Gerlanik, hoy?
Un chico feliz, que disfruta de jugar en River. Que le gusta estudiar y que quiere llegar a jugar en Primera, por el esfuerzo que hacen mi papá, mi mamá Jorgelina y mi hermanita Delfina.
FICHA TÉCNICA
Nombre y apellido: Tiago Geralnik.
Fecha de nacimiento: 31 de marzo de 2003.
Lugar: Rosario, Santa Fe.
Edad: 16 años.
Peso: 69 k
Estatura: 1,77 m
Perfil: Diestro.
Categoría: Séptima División.
Puesto: Enganche.
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