Sueño intacto En el cruce de ida de las semifinales, River igualó con la UAI Urquiza 1-1. El fin de semana próximo, la revancha en Villa Lynch buscando la gran final.

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En la cancha auxiliar N°1 del Estadio Monumental, el sábado por la tarde y ante un gran marco de público, las chicas conducidas por Daniel Reyes igualaron con sus pares de la UAI Urquiza. 

En el inicio del encuentro, River hizo un gran despliegue defensivo y esperó cerca de la mitad de la cancha al rival, mostrando firmeza e intensidad en la marca y ahogando los ataques que pretendían armar las delanteras de la UAI, que igualmente tuvieron las primeras situaciones claras de marcar. Con grandes respuestas de Florencia Chiribelo, la arquera "millonaria", el arco siguió en cero.

Faltando pocos minutos para concluir la primera mitad, Bettiana Sonetti, con un gran disparo de larga distancia que encontró muy adelantada a la arquera rival, puso en ventaja a las chicas de la banda, que se fueron al descanso ganando 1-0.

En el complemento, River apostó a las contras mientras le cedió la pelota (pero no el terreno) a las de Villa Lynch y siempre intentó mantener a sus rivales lejos del área defendida por Chiribelo, que seguía demostrando su gran actuación.

A los 21 minutos de la segunda mitad, UAI Urquiza llegó a la igualdad por medio de un disparo de afuera del área de su capitana, Florencia Bonsegundo, en la salida de un tiro de esquina donde la uno local no tuvo nada por hacer para evitar el gol.

Luego del empate, las visitantes tuvieron chances de estirar la ventaja con un disparo de media distancia y, más tarde, con un tiro libre que se estrelló en el travesaño, pero el marcador no se modificó y terminó igualado en la tarde de Núñez.

El próximo fin de semana será la revancha en Villa Lynch, donde las "millonaria"s buscarán meterse en la final del torneo y buscar el bicampeonato.

River: Chiribelo; Melgarejo, Spiazzi, Bravo y Sonetti; López y Moreno; Birizamberri, Pereyra y Hain; Álvarez.
Suplentes: Quintili, Fioroto, González, Fontán, Vargas, Lezcano y Spenig.

Por Nelson Vega / Wenceslao Rodriguez