Se consagró como el máximo goleador de las Divisiones Juveniles del fútbol argentino, convirtiendo 26 tantos en los 27 partidos jugados, y salió campeón en Novena División del torneo de AFA. A los 14 años, Bruno Cabral vive un presente que superó todas sus expectativas, lo motivan para perseguir su sueño y lo potencian para formarse cómo jugador.
Un año que no olvidará y que le genera distintas sensaciones, y así las explica: "Estoy muy contento de vivir todo esto, es un sacrificio y esfuerzo que hacemos con mi familia. Tenía claro que este año debía dar todo para disfrutar algo así. Sabía que era complicado, pero gracias a Dios salió mejor de lo que pensé. Estoy tranquilo y con los pies sobre la tierra. Sé que es muy bueno lo que uno logra, pero también que siempre tengo que ir por el camino de la humildad y sin presiones, que se consiguen los sueños. Trato de estar enfocado en lo que es River y siempre a disposición del cuerpo técnico, que son los que me ayudan a crecer todos los días", expresó.
¿Cómo fue el camino para ser el máximo goleador de las Divisiones Inferiores del fútbol argentino?
Desde principio de año que me propuse ser el goleador de Novena, y de Juveniles si se podía. Por suerte se dio y sin duda es algo hermoso, sabiendo que hay chicos con mucha calidad en todos los clubes. Los goles llegaron por la confianza que me brindó el cuerpo técnico con sus consejos, enseñanzas en cada entrenamiento, y después por el trabajo que hice todo el año.
¿Cómo fue ese trabajo?
Mejorar siempre en los movimientos para convertir. El posicionamiento en la cancha, tirar diagonales, tener más velocidad y potencia. Esas situaciones diferentes fueron las que me hicieron marcar los goles. Me defino como un delantero goleador. Cuando no se da por circunstancias de juego, empiezo a buscar alternativas para convertir y también dar asistencias a mis compañeros. Este campeonato fueron once pases que terminaron en gol.
Hiciste muchos goles parecidos a los de Julián Álvarez. ¿Es tu referente?
Sí, algunos similares, porque trato de copiarle mucho los movimientos, cómo juega y cómo define. Tiene el estilo que encaja perfectamente en el juego de River.
¿Cuál fue el gol que más gritaste?
El que le hice a Boca, sirvió para el empate y después terminamos ganando el partido.
¿Te marcaban mucho más con el correr de los partidos y los goles que hacías?
Sí, me tocó convivir con más marca, porque eso le pedían los técnicos a sus centrales. La verdad que me gustó, porque pude siempre hacer goles o arrastrar marcas para que mis compañeros también conviertan. El trabajo físico y mental que hice todo el año me ayudó a mantenerme a la altura de la situación de cada partido.
¿En qué creciste como jugador?
En saber leer el juego, que es muy importante para el delantero, y atacar por el sitio correcto o estar en el lugar indicado para convertir. Eso me ayudó a tomar mejores decisiones dentro del área. También crecí mucho físicamente, con mucho entrenamiento.
Y también saliste campeón con la Novena División.
Sí, salir campeón con River es lo que uno sueña y para lo que cada chico se prepara. Tenemos un grupo fuerte, que es lo más importante en el fútbol. Un plantel en el que todos pueden jugar. Tuvimos el estilo de River, el compromiso, el trabajo en equipo y el funcionamiento que nos pedían los técnicos. Eso potenció lo individual, en mi caso aportando goles y ayudando a presionar para recuperar la pelota. Por eso salimos campeones. Lo ganamos en la última fecha, dejando segundo a Talleres de Córdoba a un punto. Lo peleamos hasta el último minuto y se dio.
¿Qué esperás para el próximo año?
Quiero seguir por este camino. Estar bien en River, crecer como jugador y ser humano. Más no puedo pedir.