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ENPellegrino: "Mi objetivo fue recuperarme" El capitán de básquet de River volvió entrenarse con sus compañeros en el Monumental tras ocho meses de rehabilitación.
Para Maximiliano Pellegrino, el 2020 iba a ser un año destinado a la recuperación. En febrero fue operado de una hernia de disco y sabía que iba a estar todo el año rehabilitándose y sin poder jugar.
Pero en marzo se frenó la actividad por la pandemia. Pasaron ocho meses y, afortunadamente, Maxi ya forma parte del plantel que volvió a los entrenamientos presenciales en el Monumental.
“La pandemia me vino bien para eso. Ya me dolía mucho, estaba sin jugar y en febrero finalmente me operé. Dentro de lo malo de este encierro, en mí tuvo un objetivo que fue rehabilitarme”, explicó.
“Debo ser el único caso que se benefició con este parate. A los chicos les cortaron el torneo. Yo este año ya no iba a poder jugar”, agregó.
Si bien por el momento no tienen una fecha definida para el inicio del torneo, el capitán del equipo dirigido por Roberto Santin contó que una de las posibilidades es comenzar en febrero: “El torneo suspendido por la pandemia, lo dieron por finalizado. Y no tenemos una fecha oficial de comienzo. Se dice que será en febrero del año que viene. El calendario nuestro es de octubre a junio. Ya tendríamos que estar jugando”, afirmó.
Sin embargo, volver a entrenarse con sus compañeros en el Monumental y estar totalmente recuperado de su operación es una gran noticia para Pellegrino: “Esta vuelta tiene muchos condimentos lindos”, aseguró.
El regreso a las prácticas es paulatino, practican menos de lo que solían hacerlo antes de la pandemia y cumplen con todos los protocolos. “Ahora estamos en grupos de hasta cinco o seis jugadores y por 50 minutos, aunque nosotros estamos acostumbrados a entrenarnos dos horas y media. Igual, estamos muy contentos con la vuelta”, detalló.
Con respecto a los meses de cuarentena, Maximiliano contó que todos continuaron moviéndose desde sus casas de manera virtual. Pero además de los entrenamientos físicos, se reunían para charlar y acompañarse.
“Tenemos muy buena relación con Santin. Más allá del básquet, en la pandemia conversábamos mucho sobre la parte humana y lo que íbamos sintiendo. Siempre hablábamos. Nos mantuvimos siempre en contacto. Es un grupo bárbaro, tanto el cuerpo técnico como los jugadores. Y eso se refleja en la cancha”, aseguró Maximiliano.
Además del buen vínculo entre cuerpo técnico y jugadores, el equipo cuenta con el acompañamiento de Adrián Rizzuto, quien forma parte del equipo de psicología con orientación al deporte de River Plate.
“Adrián siempre estuvo encima nuestro por los altibajos del encierro. Siempre está a disposición cuando lo necesitamos. Si pasa un tiempo y no hablamos, nos llamaba para saber cómo estamos, más allá de lo deportivo. Es muy importante contar con él. Previo a la pandemia teníamos charlas una vez por semana con todo el equipo y Adrián. Y si era necesario tener reuniones individuales, también las teníamos”, contó Maxi.
Por otro lado, algo que resaltó y agradeció Pellegrino fue la gran predisposición que recibieron por parte de River y sus directivos durante la pandemia.
“El Club nos cumplió el contrato durante toda la cuarentena. Casi ningún otro equipo pudo hacerlo. Todos nos quedamos sin torneo y algunos también se quedaron sin los otros trabajos. Que el Club haya mantenido los contratos fue muy importante. Se portaron muy bien y eso nos dio mucha tranquilidad”, explicó agradecido.
Herederos de una pasión
Maximiliano y su hermano Gianluca, quien también forma parte del plantel de River, son hijos de Vicente Pellegrino, exjugador de Ferro y Obras, y campeón intercontinental de la Copa William Jones en 1983, por lo que su historia con el básquet viene desde la cuna.
“En el ambiente del básquet a mi papá siempre lo reconocieron. A mí no me pesó para nada ser su hijo y también jugar al básquet. Yo lo disfrutaba. Siempre me causó mucho orgullo que me comentaran y me hablaran bien de él”, dijo.
Además de formar parte del plantel de básquet de River desde hace seis años, Pellegrino confesó que tanto él como su hermano son fanáticos de River y que estar tanto tiempo en el Club “es algo bárbaro que se disfruta mucho”.
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