A lo largo de estos días, los chicos y las maestras se fueron conociendo y poco a poco fueron haciendo suyo el espacio de la sala, participando de las propuestas, explorando cada espacio, los juegos y juguetes que en ella se encuentran y entablando un afectuoso vínculo.
Comenzaron a disfrutar de las clases de música, en donde exploraron objetos sonoros, cantaron canciones y se movieron al compás de la guitarra.
Muy pronto, comenzarán diferentes recorridos didácticos que permitirán ir conociendo y disfrutando de los días en el jardín.