Fernández: "Tuvieron un año extraordinario" El entrenador de la Novena División, que se consagró campeona en su categoría, elogió el trabajo realizado por los jóvenes futbolistas durante el año.

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Por: Rubén Sagarzazu


El bautismo de pasar de jugar de Infantiles a Juveniles no pudo ser mejor: la Novena División ganó de punta a punta el torneo organizado por la AFA. De principio a fin desplegó un fútbol de alto vuelo, con números que sorprenden.

Todo empezó en enero de este año. Pablo Fernández y todo su cuerpo técnico comandaron la pretemporada de los chicos en la cancha auxiliar del Monumental. Ahí empezó una unión entre todos que se afianzó con el correr del tiempo y terminó con el campeonato. Se amalgamaron los valores humanos y la calidad futbolística. La humildad, el sacrificio, el sentido de pertenencia y el ADN de River fueron la bandera de esta consagración.

Su técnico explicó detalladamente cuáles fueron las claves para obtener este título: "Hicimos una campaña extraordinaria, logramos ganar 24 de los 27 partidos que jugamos. La forma de encararlo fue la que siempre corresponde a nuestra visión: que es entrenarse a full, enseñarles a los chicos los contenidos para que el equipo tenga funcionamiento y que después los resultados sean una consecuencia de eso. Una vez que el equipo empezó a funcionar, a tener capacidad de gol y mostró solidez defensiva, las fechas fueron pasando y después los chicos solos se fueron entusiasmando y nosotros también. Siempre tomando la jornada de los sábados como un espacio de observación, para ver qué se lleva a cabo y mejore lo que entrenamos en la semana. Si después eso sirve para poder ganar, pelear el campeonato y hacer la campaña que hicimos, por supuesto que es bienvenido”.

¿Cuál fue la idea?
Una vez que analizamos el fixture del torneo, la idea fue enfocarnos mucho en el funcionamiento colectivo, durante la pretemporada y los partidos amistosos. Nos tocaba la primera fecha contra Lanús, que sabemos que es un equipo bravo para enfrentarlo. En la fecha 4, 5 y 6 nos tocaba San Lorenzo, Vélez y Boca. A San Lorenzo le ganamos 3-0, a Vélez 3-1 y ganamos el Superclásico de visitante. A partir de la séptima fecha, el equipo ya mostraba cosas interesantes. Quedamos punteros en la fecha 10 y nos mantuvimos hasta la última fecha. Ganando 24 encuentros, perdiendo sólo dos y empatando uno. Sacamos el 90% de los puntos. Mucho más no les podíamos pedir a los chicos, que tuvieron un año extraordinario.

¿Cómo definís al equipo?
Creo que algo que define el campeonato es que fuimos un equipo voraz en ataque, que buscó llegar al arco rival lo más rápido posible, con el estilo que caracteriza a River: con juego asociado, movimientos entre líneas, con desmarques al espacio, con pases hacia adelante, siempre con velocidad. El equipo buscó siempre el arco rival y generar situaciones de gol todo el tiempo. Creo que quedó reflejado en la cantidad de goles que hicimos, terminamos el campeonato con tres goles de promedio por partido, siendo la única categoría que juega 70 minutos. Con 20 minutos menos jugados, fuimos el equipo más goleador de los torneos de la AFA, de Cuarta a Novena. Estuvimos siempre equilibrados, porque recibimos pocos goles. Esa fue la marca del equipo.

¿Cómo trabajaron en la formación de los chicos a lo largo del año?
Abarcamos varios frentes. Por un lado, a nivel colectivo, en lo que tuvo que ver con el funcionamiento del equipo, con varias cosas que empiezan a estar en el pasaje de Infantiles a Juveniles. A nivel táctico, ser un equipo corto, achicar hacia adelante, la línea de fondo siempre estando atenta para marcar en ataque y perfilada para cubrir los espacios, que a la espalda son muy grandes, pero arriesgando y pudiendo soltar a los laterales.

¿Y los sistemas tácticos?
Si bien tuvimos un sistema base con enganche, el equipo dentro de un mismo partido, con la misma formación, tenía la capacidad de armar una línea de tres y desarmarla. De jugar con extremos y cerrar a los volantes externos bien cerca del 5. A nivel colectivo eso les fue dando a los chicos un montón de contenidos. También por línea hemos entrenado mucho. En la defensiva, los chicos empiezan a entender más profundamente cómo son las coberturas, los triángulos defensivos o cómo marcar los desdobles por afuera, quién persigue y cubre las espaldas de qué jugador en función de dónde está la pelota, los rivales o compañeros. En la línea del mediocampo también con cuestiones específicas y con los delanteros, en los desmarques en dos movimientos, los espacios, la diferencia de poder pedirla al pie o también poder ir al espacio para estirar a la defensa rival.

¿En el aspecto individual?
A mitad de año hicimos una evaluación para ver lo que estaban necesitando e hicimos un corte, donde hubo una reunión con cada uno de ellos. Y después dentro de lo que es la planificación semanal, intentábamos generar tareas que les dieran a los jugadores las cosas que les faltaban, que son detalles más micros o finos: puede ser la posición de un jugador, que cambia las características de cada uno de los chicos.

¿Qué consejos le das a un jugador de Novena?
Tuvimos una charla de fin de año y el mensaje fue que los que tienen la posibilidad de jugar en Primera y terminan triunfando no son los que llegan a un nivel y tuvieron una seguidilla de partidos, sino los que logran mantenerse. Sobre todo, en cuanto a la mentalidad, la concentración, el compromiso y el esfuerzo. El consejo es que no aflojen, hay que seguir entrenándose de la misma forma.

¿Qué cosas agregaron en esta etapa formativa?
Hubo un primer cambio, que fue la digitalización de todos los entrenamientos. Lo que se hizo es dejar asentado en un sistema de presentaciones todos los entrenamientos, los gráficos de las tareas y los videos. Es una base de datos que al Club le sirve para ir viendo y monitoreando qué se hace en cada categoría. En lo que se refiere a la metodología de entrenamiento, obviamente fue un año de transición, porque veníamos trabajando de una forma. La idea es potenciar lo que estaba bien, para seguir profundizando los próximos años y de a poco ir mejorando las cosas e introduciendo las que tengan más que ver con la visión de entrenamiento de la nueva dirección deportiva.

¿Qué te llevás y qué te dejó Gallardo en todo este tiempo?
Me queda el mejor recuerdo. El mayor aporte de él fue que nos guió a través de una forma de jugar, de encarar los partidos, de un sentido de pertenencia y un profesionalismo que les fuimos inculcando a los jugadores. Más allá de una intervención directa que haya podido tener él, ya sea en una charla directa con nosotros o con los chicos, como ha tenido en Casa River o en el año de la pandemia. El reflejo de jugar, entrenar, comportarse profesionalmente. Ese es el mejor legado que nos dejó.