En el segundo tiempo, en el tramo final, Matías Suárez hizo una gran jugada por izquierda y mandó un centro al corazón del área. Allí, Federico Girotti, con apenas un puñado de segundos en el campo de juego, se tiró de palomita para marcar el 1-0 y provocar el desahogo de todo River.
Luego, Enrique Bologna se puso el traje de héroe para atajarle un penal a Badaloni y asegurar los tres puntos.