Alonso: a 50 años del inicio de una leyenda El 8 de agosto de 1971, River visitó a Atlanta en Villa Crespo y el Beto hacía su debut oficial como futbolista profesional. Comenzaba un amor para toda la vida.

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Esa fecha, River perdió 2-1 contra Atlanta por la 26ª fecha del Torneo Metropolitano, pero el resultado fue una anécdota. Un atacante de sólo 18 años que asomaba como gran promesa en las Divisiones Inferiores hizo aquella tarde su primera aparición con la banda roja: era Norberto Osvaldo Alonso.

Promediaba el segundo tiempo cuando el zurdo debutante fue reemplazado por Carlos Morete y los hinchas riverplatenses presentes en Villa Crespo reprobaron el cambio, como si hubieran presentido que ese joven estaba destinado a hacer historia.

Didí, que ya lo había llevado en 1970 a un amistoso en el Chaco, fue el entrenador que le dio la chance y enseguida el chico que creció en los potreros de Los Polvorines le devolvió la confianza con fútbol y goles.

Primero fue Alonso, después el Beto y más tarde el Mago. Ya en 1975, con el regreso de Ángel Labruna a la dirección técnica, tuvo la responsabilidad de ser uno de los abanderados del equipo que cortó la racha de 18 años sin títulos y se transformó en una de las figuras del inolvidable bicampeonato.

Se marchó a Francia ya consagrado en 1976 para jugar en el Olympique de Marsella, pero regresó un año después. Fue uno de los jugadores del Millonario que integraron el plantel de la Selección Argentina que salió campeona del Mundo en 1978.

Entre 1979 y 1980, el Beto consiguió el tricampeonato argentino ya como emblema y referente del plantel. Repitió el festejo en 1981 y, después de un breve paso por Vélez Sarsfield, en 1984 volvió a su casa para cumplir el sueño que le quedaba: ganar la Copa Libertadores.

El mito se terminó de construir en 1986. Un triunfo inolvidable en el Superclásico en la Bombonera con dos goles suyos, en la tarde de la vuelta olímpica y la pelota naranja, fue el prólogo de un año único e imborrable.

El legendario Beto fue campeón de América como había prometido y coronó su extraordinaria carrera con la victoria sobre el Steaua Bucarest en la Copa Europea-Sudamericana, en Tokio. Con el mundo a sus pies, ese fue su último partido oficial.

El 13 de junio de 1987, una multitud emocionada homenajeó y despidió a su ídolo en el Monumental. Resultó el cierre perfecto para una historia que incluyó nueve títulos y una zurda que enamoró a varias generaciones.

Desde esta semana, Alonso tendrá su merecido reconocimiento en el Museo River, con una muestra de objetos y memorabilia que cuentan su trayectoria para que los visitantes puedan acercarse a su gran legado de gloria para la Institución.

ALON50 EN RIVER

Partidos jugados
: 421
Goles: 158

Los nueve títulos
Metropolitano 1975
Nacional 1975
Metropolitano 1979
Nacional 1979
Campeonato de Primera División 1980
Nacional 1981
Campeonato de Primera División 1985/86
Copa Libertadores 1986
Copa Europea-Sudamericana 1986